S.O.S. Municipio Playa: Niña y animales en crisis (IV)

Cada cual cumpla como mejor pueda con su oficio de Hombre

Alejo Carpentier

El reino de este mundo

Para cualquier conglomerado humano el anhelo de ser gobernado por leyes justas, equitativas y eficaces es válido, porque las leyes han sido tan importantes para la evolución de la Humanidad como los descubrimientos científico-técnicos y el desarrollo de las artes, y nos han traído desde nuestros estadios primitivos hasta el grado actual de civilización que poseemos. Donde las Leyes cumplen el cometido para el que fueron creadas hay garantía de estabilidad y orden. Es por eso que son apetecibles para las sociedades, y desearlas no constituye pecado ni transgresión.

Ese anhelo de leyes buenas y protectoras (recordemos que casi todos los grandes padres de nuestra Independencia fueron juristas destacados en su profesión) hizo que la población acudiera a las urnas recientemente para votar en favor del nuevo Código de Familia cubano, uno de los más avanzados del planeta en este momento, y ese mismo anhelo de justicia impulsó a la comunidad animalista cubana y los amantes de los animales en la isla a luchar por treinta años, y por fin saludar, con entusiasmo y esperanza, la aprobación del Decreto-Ley 31 de Bienestar Animal porque, aunque muchos desde el principio lo sintieron incompleto o insatisfactorio, hasta su llegada Cuba no disponía de ningún instrumento legal para defender a sus animales del abandono, la crueldad y la barbarie que los acechan en todo el orbe, no solo en nuestro país. La insatisfacción de los animalistas cubanos nace del hecho incuestionable de que nuestro Decreto aún está a la zaga de las legislaciones de protección animal existentes en otros países y, como el tiempo ha demostrado después, queda muy atrás en relación con otras legislaciones mucho más severas que han sido aprobadas recientemente en España y varios países latinoamericanos hermanos nuestros.

Pero, hasta donde tengo noticia, todavía la sociedad civil cubana no se había enfrentado a un doble caso de maltrato infantil y animal al mismo tiempo, y esa es la razón de que el ahora conocido como el Caso Playa haya despertado protestas, clamores y angustias que no son injustificados. El malestar creciente se hace patente en las redes por muchas razones, pero hay una que resulta elemental: por las redes se comunican miles de personas que nunca antes se habían conocido ni relacionado. Es así, saltando de malestar en malestar, de indignación en indignación y de tristeza en tristeza, como un caso se vuelve viral y nuclea, por su propia naturaleza ultrasensible, a tantos ciudadanos que, de otro modo, tal vez jamás se habrían encontrado.

Recapitulación de los hechos

Han pasado varios días desde que todo comenzó, y se hace necesario un brevísimo resumen de los hechos. Una familia de Playa (abuela, madre y una menor de cinco años) con antecedentes penales, varias veces denunciadas por vecinos de su propia barriada por desorden social, conducta impropia, violencia verbal, agresiones físicas entre ellas y en presencia de la menor y, en el caso de esta, con antecedentes de reiterado maltrato animal (una mascota retirada por Aniplant, otra desaparecida y un gatico recientemente ahogado por la niña en un cubo de agua), vuelve a la atención pública traída una vez más por comunidad, pues —a pesar de las alertas provocadas por una denuncia anterior sobre la no tenencia de mascotas— la niña vuelve disponer ahora de una pequeña perrita llamada Linda, de unos cuatro meses de edad, la cual es maltratada, afirman los vecinos.

El doctor Jorge Osorio, Jefe de la Delegación Veterinaria del Municipio Playa, y el epizootiólogo doctor Juan Omar, ambos por Sanidad Animal[i]; el subteniente Eliécer y la oficial Jefa de Sector en representación de las fuerzas del Orden; la doctora de la posta médica Merlin Torres y la protectora Dayami Salomón, miembro de Aniplant, quien ya había participado en la retirada anterior del perrito Brunito, también mascota de la niña[ii], acuden al edificio en horas de la mañana y, aunque logran autorización de la madre de la menor para revisar a la perrita  y hasta su consentimiento para extraerla, el operativo no puede culminar porque se presenta en la escena la abuela de la menor, quien despliega todo un escenario de agresividad verbal y gestual, ofensas, gritos y otras manifestaciones contra los miembros del operativo, quienes, finalmente, al no poder consumar la extracción del perrito porque madre, hija, niña y mascota abandonan el edificio, deciden levantar un Acta final en el domicilio del Presidente del CDR. El Acta en cuestión, escrita por el epizootiólogo (a quien hasta el momento me ha sido imposible contactar), reconoce en la mascota signos de anemia, desnutrición y probable maltrato, y es firmada por todos los presentes, desde el doctor Osorio hasta la protectora Salomón. Pero en medio del operativo otro dato ha salido a la luz: la abuela alega tener certificados que la acreditan como esquizofrénica, y abuela y madre aseguran que la niña padece un trastorno del espectro autista, por lo cual le ha sido asignada una escuela especial para niños de su condición, de las varias que existen en nuestro país, pero a la que su familia nunca la ha enviado, y cuando han recibido inspecciones al respecto, las adultas han ocultado a la menor.

Aunque nadie de los presentes ha visto estos dos certificados de patologías mentales, el comportamiento explosivo y altamente violento de la abuela, que no parece corresponderse con los síntomas propios de las esquizofrenias, sino más bien con el de un mal manejo de la ira y una actitud abiertamente marginal, apunta a la posibilidad de que no esté medicada, al menos no con psicofármacos, como sería de esperar en quienes tienen la desgracia de padecer esa enfermedad tan angustiante y destructora de la personalidad. Por lo general, en nuestro país los pacientes aquejados de patologías mayores de la Psiquiatría, como son las psicosis y las esquizofrenias, deben estar supervisados por la familia o por un tutor legal que garantice que no abandonen sus tratamientos. Ni escuela especial, ni supervisión alguna. En esa familia el Diablo anda suelto.

La situación de la menor es crítica, como muestra el video —filmado por vecinos— de una pelea entre la abuela y la madre, en la que ambas se abofetean y terminan trabadas como gladiadoras en la arena de un circo. No solo se amenazan, no solo fingen lastimarse, lo hacen de verdad. La niña, en medio, grita despavorida, huye y trata de refugiarse tras una de las contendientes. Según refieren los vecinos, escenas como esta ocurren con alarmante frecuencia en esa vivienda, y desde hace largo tiempo.

¿Operativo fallido?

Como periodista amante de los animales y por la proximidad temporal de la aprobación popular del nuevo Código de familia, me interesé en este caso. El día del operativo tuve la oportunidad de hablar por teléfono con el doctor Osorio, el subteniente Eliecer y la doctora Merlin mientras se encontraban presentes en el lugar, quienes me atendieron de forma adecuada y, en el caso de Osorio, hasta en tono jovial. Me resultó evidente que el ambiente en el lugar estaba muy enrarecido y había un alto grado de estrés y fatiga en los participantes. Por ello, aunque el Decreto-Ley 31 de Bienestar Animal concede el necesario amparo legal para extraer la mascota, y nombra con total claridad a la Policía Nacional Revolucionaria entre las instancias facultadas para accionar en estos casos —como muestran fragmentos del Decreto, que publiqué en mis anteriores coberturas—, pude entender, desde el punto de vista humano, el fracaso del operativo. Que no debió fracasar porque la policía cuenta con técnicas eficaces para neutralizar a un ciudadano agresivo que quiere obstruir la justicia, como han observado en las redes muchas personas, es verdad, pero errar es de humanos, y lo cierto es que ninguno de los presentes la tuvo fácil con la abuela de la niña, quien, según refieren miembros de la comunidad, despliega de continuo (y con suma eficacia) maniobras de intimidación que han llegado, en ocasiones, al acoso y la agresión verbal y hasta física contra vecinos de su propio edificio y alrededores, por lo que en este momento la familia disfuncional enfrenta, además, dos nuevas denuncias en Fiscalía (una de ellas por amenaza de agresión a una menor), presentadas por vecinos muy cercanos a ellas.

El video de la polémica y otras contradicciones

Aunque el operativo fracasó, queda el levantamiento del Acta final , de la que publiqué copia en una de mis coberturas periodísticas anteriores (como también de la denuncia hecha por 27 vecinos casi un año atrás, y que no ha tenido  —según los denunciantes— ninguna respuesta todavía). Y queda también algo sumamente importante: un video filmado ese mismo día en el lugar por la protectora Dayami Salomón, donde se ve a  la menor en el patio de su apartamento, fangoso y lleno de trastos, descalza, con un vestidito desaseado, sin peinar, jugando con su perrita. La perrita está atada fuertemente por el cuello (¿por una soga, una cinta…?) con una atadura de aproximadamente un metro de largo o muy poco más, que no le permite libertad de movimientos. La niña desarrolla sobre la perrita un juego de su imaginación: sostiene en su regazo un frasco con alguna sustancia, y un cepillo, y unta el contenido del frasco en los ojos y las orejas del animal. Con ese mismo instrumento araña su lomo una y otra vez, y luego la toma del rabo y, empuñando el instrumento, unta la cola del animalito como si la pintara, hasta que el pelaje adquiere una tonalidad oscura.

Desde aquel día he mantenido una cordial comunicación con el doctor Osorio, el funcionario de mayor rango civil que intervino en el operativo, para conocer la marcha del caso, y aunque nuestras conversaciones telefónicas siempre se han desarrollado en un marco amigable y de común respeto, y coincido totalmente con él en que el caso de maltrato infantil queda fuera de su competencia, desde el primer momento hemos discrepado en un punto crucial: el video de la niña con su perrito.

El doctor Osorio piensa que el material no fue filmado aquel día. Pero lo fue, y es la voz de la protectora Salomón la que se escucha más claramente en el audio del video de principio a fin. El motivo por el que el funcionario y yo disentimos es este: la percepción de lo visto, un fenómeno que ha complicado muchos juicios a lo largo de la Historia y conspirado contra la unanimidad de los Jurados a la hora de pronunciarse sobre la culpabilidad o la inocencia de un sospechoso. Es un tema que ha sido despaciosamente explicado por diferentes disciplinas científicas, demasiado complejas y profundas para desarrollarlas aquí de manera comprensible.

En el habla popular es frecuente escuchar: “Cada cual ve lo que quiere ver”, o esta otra expresión: “Todo es cuestión de perspectiva”. El doctor Osorio es veterinario de profesión, un profesional capaz, yo no lo dudo, pues de lo contrario seguramente no estaría desempeñando el cargo que ocupa y que demanda grandes responsabilidades, pero no le parece, en primer lugar, que el perrito muestre ninguna de las señales de maltrato definidas en el cuerpo del Decreto. Y en segundo lugar, él solo ve en ese video una niñita que juega inocentemente con su perrito. Lo ha mostrado, según me explicó, a varias personas, entre ellas profesionales de diversas disciplinas, quienes tampoco han visto más que eso. Le he explicado que, en mi humilde opinión, pienso que han mirado desde la perspectiva de la niña, cuya intención tal vez no sea causar sufrimiento ni lastimar a su perrito, sino únicamente jugar. Es una niña de solo cinco años de edad que probablemente no se relaciona con otros compañeros de su edad. Está muy sola.

Pero ese mismo video, analizado por animalistas que conocen bien el Decreto, muestra otra perspectiva: la perrita, una cachorrita mestiza de solo cuatro meses —según me estima el doctor Osorio—, está atada por el cuello al tubo de una cerca peerles en un patio lodoso con una atadura fuerte y corta que casi la inmoviliza. MALTRATO ANIMAL. Los huesos de sus caderas sobresalen bajo la piel a simple vista, no está en peso como debiera y esto se nota incluso cuando se aumenta la pixelación del video. MALTRATO ANIMAL.  Todo el tiempo se mantiene con la colita gacha, lo cual indica en una mascota displacer, dolor, inseguridad y miedo. MALTRATO ANIMAL. ¿Las prácticas de la niña sobre su cuerpo le molestan? La perrita se frota los ojitos con las patas delanteras como si le ardieran, sacude la cabecita con insistencia para liberar sus orejas, intenta huir, la niña la persigue implacable y, molesta porque la mascota no se pliega a su deseo, en un momento le pega. MALTRATO ANIMAL. La niña, aunque nunca muestra ira o crueldad, tampoco manipula con delicadeza a su mascota, más bien como si fuera un juguete de palo, lo que revela que no ha sido debidamente enseñada por sus mayores a tratar a sus animales. MALTRATO ANIMAL. Los vecinos refieren que nunca ven agua puesta para la mascota ni un platico con alimento. Bueno, puede que le den de comer dentro del apartamento y eso nadie lo podría saber. Pero llamo la atención sobre el hecho de que en el Acta elaborada por el epizootiólogo y firmada aquel día por todos los participantes en el operativo, se mencionan desnutrición, anemia, etc. MALTRATO ANIMAL. La mascota se muestra todo el tiempo visiblemente angustiada y desesperada por escapar. ¿Es mala la niña? Probablemente no aunque ya haya matado mascotas antes. ¿Puede haber nuevos animales domésticos en una familia donde ya han sido retirados otros por maltrato animal? NO. ¿Puede algún psiquiatra o psicólogo infantil decretar con obligación de hacer que esta niña continúe teniendo animalitos como terapia, aunque no haya en esa familia ningún adulto capaz de supervisar su comportamiento con el animal? Los médicos pueden decir lo que gusten. Los animalistas decimos NO. Es muy triste privar a una niña de su mascota, y las personas sensibles que hemos vivido esa experiencia en la infancia la recordamos como una herida que nunca deja de sangrar. Entiendo los escrúpulos del doctor Osorio y de todos los que sientan de igual modo. Pero ¿y el bienestar y la seguridad del animal…?

Otras reflexiones sobre el caso

Que una mascota presente bajo peso en tiempos como los que atraviesa el país, bloqueado injusta e ilegalmente por seis décadas y gravado con más de 240 sanciones económicas desde el mandato del Presidente norteamericano Donald Trump; aún en medio de una pandemia y una crisis económica mundial; con un mercado interno desabastecido y una muy significativa inflación, no tiene por qué constituir un síntoma de maltrato deliberado o de tenencia irresponsable. En muchas ocasiones la pesquisa in situ pone de manifiesto que aunque los dueños sean muy amorosos, no siempre disponen de una economía que les permita cubrir adecuadamente los gastos de alimentación de sus mascotas. En el caso de esta familia disfuncional, algunos vecinos informan que ni la madre ni la abuela de la menor tienen trabajos conocidos. La delgadez de la perrita pudiera muy bien deberse a escasos fondos en la bolsa familiar y no a tenencia irresponsable. Una de mis más recientes conversaciones telefónicas con el doctor Osorio (por watshapp como todas las nuestras, ocurrida según registró mi móvil0 el lunes 23 de enero, y terminada más menos a las 3.25 PM), fue iniciada por mí, porque sabía que ese día él se encontraba en una gestión muy importante relacionada con el caso, y yo quería conocer cómo marchaba todo. Durante esa conversación volvimos a disentir sobre el significado real del video de la niña y el perrito. Aunque comprendí que el criterio del doctor estaba ya fijado y parecía inamovible, le escribí lo siguiente:

Nada, absolutamente nada, debe analizarse fuera de contexto. Vea [accompañé el texto con una foto] como una soga entra en la definición de maltrato animal. Vea cómo todas las adopciones responsables enfatizan en que el animal no se entrega para patios, azoteas, cuidar gallineros o palomares. No mire el video poniéndose en el lugar de la niña; póngase en el lugar del perro: la niña juega y el perrito sufre. ¿Entiende ahora? No pueden olvidar que ya le fue retirado otro perro por Aniplant y poco antes del operativo la niña ahogó un gatito en un cubo de agua. Las mascotas no son medicinas. Sienten y sufren, son seres vivos.

Para apoyar aún mi voto en favor de que el video muestra maltrato animal y tenencia irresponsable, le hablé de lo delgada que estaba la perrita y lo consignado en el Acta por el epizootiólogo doctor Juan Omar. Pero el doctor Osorio me aseguró tener noticia de que la abuela y la madre de esta familia disfuncional llevan sistemáticamente a la perrita para ser atendida en una clínica veterinaria cercana, uno de cuyos especialistas le ha asegurado que el animal se encuentra en perfecto estado físico. La clínica es, probablemente, la más cara y prestigiosa de la ciudad. Contacté con ese Centro, pero no logré hablar con el veterinario en cuestión, quien se encontraba ocupado y no pudo atenderme, por lo que no puedo ser más específica al respecto, pero esa información me hizo temblar por tercera o cuarta vez, por temor de que el caso de maltrato animal pudiera ser cerrado por falta de evidencias, según ya en alguna ocasión me había comentado el doctor Osorio, aunque entre tantas cosas que hemos hablado durante estos días (el rock de Elvys, el jazz, cotorras en el Laguito, cómo se abre un blog gratuito, etc), el funcionario pueda no recordar los términos exactos que empleó en algún momento para verbalizar esa idea. Luego reflexioné sobre la posibilidad de que esta familia se preocupe realmente por atender de manera sistemática a su mascota en semejante lugar con el objetivo de preservar su salud, cuando ni siquiera madre y abuela pueden ocuparse del aspecto físico de la menor bajo su cuidado, y me pareció remota. Todo es posible en este mundo, pero… de admitir que no existen imposibles a creer en ellos va un trecho. No puedo sorprenderme porque otras personas se muestren escépticas ante esta posibilidad, cuando a mí me lo impide mi propio escepticismo.

Mientras duró ese intercambio telefónico el doctor no escribió texto ni envió mensajes de voz. Solo platicó.

Periodistas y grabaciones imposibles: Crónica de una  muerte anunciada

Como periodista y miembro de la prensa oficial, NO DEBO grabar conversaciones sin previo conocimiento y acuerdo de mis interlocutores, mucho menos si se trata de funcionarios, aunque la conversación sea privada, extraoficial y muy amigable (y esto también es así en otras partes del mundo). No es un proceder ético, y en el Proyecto de Ley de la Comunicación que pronto será sometido a la aprobación popular, hacerlo está sujeto a penalización. Por eso no grabo conversaciones ni filtro textos ni audios sostenidos entre otras personas y yo, a menos que como periodista yo conceda anonimato a una fuente con fines de publicación, en caso de que esta lo solicite. Por esa razón, cualquiera que hable con un periodista por vía telefónica puede alegar más tarde que el periodista se ha confundido al citar sus palabras, o que, simplemente, nunca las pronunció. Quien así obre, en el primer caso tal vez esté siendo sincero, y en el segundo no estaría procediendo con honestidad, pero la situación se lo permitiría, e incluso puede hacer mucho más contra el periodista, ya que este tiene las manos atadas y no puede presentar grabaciones que prueben que no es reo de difamación.

Hay una excepción a la regla sobre grabaciones: yo puedo presentar transcripciones de mis propias conversaciones, porque yo me autorizo a hacerlo. También puedo conceder anonimato a mis fuentes, derecho que me asiste como prensa, y si lo considero pertinente puedo resumir informaciones que me han sido dadas. En ciertas ocasiones las fuentes que voy a citar decidieron no responder una pregunta, y en otras, la respuesta fue tan vehemente que elijo no publicarla. En ambos casos usaré puntos suspensivos. Advierto que no he cambiado las formas propias del habla coloquial.

LUNES 23 4.22

Periodista

¿No ha pasado nada? ¿Aparecieron estas mujeres en su edificio, fueron la gente que se va a llevar el perrito…?

Fuente 1

No ha aparecido nadie. Ellas estaban discutiendo adentro, pero entre ellas.

Periodista

Son muy pésimas noticias, porque hoy había una reunión en el policlínico donde se iban a tomar acuerdos importantes, pero el doctor Osorio no me llamó más. (PAUSA) ¿Has sentido al perrito?

Fuente 1

No. El perrito lo sacaron de ahí.  (PAUSA) La madre le había dicho que se fuera a vivir para casa del novio que tiene por ahí atrás. Seguro se llevó el perrito con ella. Allá abajo no está.

MARTES

Periodista

Supe que hoy la policía estuvo hoy en el edificio…

Fuente 1

Hasta ahora lo que se sabe es que estuvo la Jefa de Sector…, pero como fue rápido todo se deduce que fue una citación.

AYER (7.18 A.M.)

Fuente 1

Buenos días, disculpa la hora, pero acaban de ver al perrito aquí en casa de la señora. Ella lo llamaba y le decía: “Entra, corre, corre”. Me dio la impresión de que lo tienen escondido y como sintieron bajar gente lo metió rápido para adentro. El pobre, cada día está más flaquito. Ellas ni le dan agua, si cuando el veterinario lo revisó le dijo que estaba desnutrido. El tiempo que lo tuvo en el patio nunca vi ni un platico con agua ni comida.

Foto enviada por Fuente 1
Foto enviada por Fuente 1

Periodista

¿Cómo son ellas respecto de su higiene personal y su casa? Porque la niña se ve bastante descuidada.

Fuente 1

¡Ellas son ………………..! Se pasa la vida tirando agua en las afueras de su casa, pero adentro está todo sucio. Las personas que han podido entrar dicen que eso es un corral de cerdos. Además, de ver la niña así, te da la medida de que está muy mal cuidada.

Periodista

¿Viven en bajos?

Fuente 1

Periodista

¿Qué opinión tienes del operativo?

Fuente 1

Yo creo que  ……………….. no quiso hacer nada. No sé qué decir, porque al principio de que Dayamí Salomón se presentó con …………… como protectora animal, ………………. empezó con una actitud que…, no sé…, como que no había pruebas de que el perrito estaba maltratado. Dayami le mandó el video y …………….. dijo: “Ese video no significa nada”. Empezó a alterarse cuando la señora del perrito no quiso atenderlo, como que estaba perdiendo su tiempo en venir aquí, que no lo estuvieran llamando para cosas… Se le pidió que hablara bajo, a lo que respondió: “Ese es mi tono de hablar”.

Periodista

Según se me ha informado, estas mujeres llevan sistemáticamente al perrito a la clínica …………………….., pero estas mujeres no trabajan, ¿cómo podrían pagar esos tratamientos…?

Fuente 1

Yo atiendo a mi mascota allí y nunca las he visto. Pero no obstante el epizootiólogo que vino [en el operativo], un señor de color, muy decente, dijo delante de todos nosotros que el perrito estaba mal cuidado, que parecía que tenía una anemia y estaba superdesnutrido.

Periodista

¿Alguien ha visto antes a las dos mujeres o a la niña maltratar al perrito?

Fuente 1

El problema es que desde el día del problema, ahora es que se viene a ver el perrito.

Periodista

Yo te pregunto si algún vecino, en alguna ocasión, no desde el día del operativo, sino desde antes, ha visto a alguna de estas tres personas maltratar al perrito, quizá apartarlo con el pie, pegarle…

Fuente 1

Sí, claro, por eso es que viene la denuncia.

Periodista

¿Qué fue lo que pasó con el perrito anterior, Brunito, y con ese gatico que me dicen que la niña ahogó en un cubo de agua?

Fuente 1

Ese perrito…, a ver si encuentro el video…, (PAUSA) la niña lo tenía amarrado por el cuello y lo estaba revolcando en el fango, y le daban golpes y todo eso, y la mamá igual. Igual que anteriormente el negrito que se escapó, que lo vinieron a buscar y no pudieron rescatarlo porque era agresivo, y eso sí, hasta la vieja le daba con el haragán, que eso sí se veía. Ese no se lo pudieron quitar porque cuando vinieron el perro se puso tan agresivo… (PAUSA) Ella dijo: “No, vengan mañana”, porque tenían que traer como un huacal de esos que… para poderlo meter ahí adentro, porque no lo podían coger y llevárselo así cargado. Y al otro día cuando vinieron, ellas desaparecieron el perro. No se supo más nunca de él.

Periodista

¿Crees que haya vecinos que quieran hablar conmigo sobre lo que pasó el día del operativo?

Fuente 1

……………………………………

Periodista

Si yo fuera a hablar con estas mujeres, ¿crees que me agrederían?

Fuente 1

Bueno, para venir no debes venir sola…, hay que agrupar un poco de personas…

La Fuente 2 sufre acoso digital en redes por parte de la madre de la menor, y acoso  e intimidación por parte de la abuela de la niña. Motivo: se ha ofrecido como adoptante para el perrito. Es interceptada por la abuela agresiva en zonas de obligatoria reunión para la comunidad como bodegas, banco, tienda, etc., y en una ocasión en que ambas se acercaban viniendo de direcciones opuestas y la Fuente 2 quiso cambiar de senda para evitar colisiones, la señora, quien traía a la menor en su coche, tiró el coche sobre la vecina con niña dentro incluida. La vecina se apartó, el coche rodó un poco bamboleándose peligrosamente y se detuvo justo al borde de la acera, mientras la agresora gritaba que la vecina le estaba pegando a su nieta y pedía que llamaran a la policía para que la ayudara. La vecina optó por seguir su camino sin responder.

Fuente 2 (que me envía también las dos fotos nuevas sobre la perrita tomadas esa misma mañana)

Mire qué flaquito está el perrito se le escapó a la loca pero cuando salieron unas niñas del edificio para la escuela ella salió corriendo a buscarlo para que nadie lo coja, lo tiene encerrado en la casa. Tiene todas las costillas afuera. Y todavía no se resuelve nada. […] Mire como  [se refiere a la abuela o la madre de la menor] rompió las ventanas y le está echando la culpa a otra vecina […] Ella está buscando cómo defenderse porque está perdida pero todo con mentiras

Foto enviada por fuente 2

Periodista

¿Pero a quién le dicen lo de las ventanas?

Fuente 2

Lo gritan dentro de su casa pero para que las oigan.

Periodista

¿La vecina supuestamente culpable las escuchó?

Fuente 2

Sí. Pero en esa mugre nadie se acerca. Para las personas de este edificio ellas no existen.

Periodista

¿Qué te grita la abuela en la calle?

Fuente 2

Difamadora y delincuente. […] Lo que sí sé es que estaban discutiendo con tremendo escándalo las dos  y  con la niña, ella parece que están confiada porque como no se ha hecho nada con la niña…

MARTES  3 00 pm

Fuente 2

La policía está en casa de las locas. BAC dice que hizo también una denuncia

No he podido, hasta ahora, entrevistar como quisiera a la protectora Dayami Salomón, quien por razones de trabajo se encuentra fuera de La Habana desde hace días y hasta fin del mes en curso no regresará con nosotros. El 26 de enero, en horas de la tarde y durante una videollamada que ella me hizo, me confirmó que es la autora del video de la niña con el perro y lo filmó el mismo día del operativo. En días pasados me había hablado de algunas cosas que ocurrieron en la escena antes y después de filmar el video, como, por ejemplo, que mientras la nena “jugaba” con el perro, la abuela se encontraba sentada a pocos pasos en el mismo patio, y miraba a su nieta en plácido silencio.

No lo he puesto todo aquí. Edité las entrevistas hasta dejarlas desnudas de comentarios personales y detalles que, de momento, no me parece necesario hacer públicos. Algunos fragmentos estrictamente personales los he omitido.

Ultima llamada

Hoy, 27 de enero, he recibido muy temprano otra llamada del doctor Osorio, y hemos vuelto a disentir sobre nuevos aspectos del penoso tema que nos ha llevado a conocernos. Siempre correcto y amable, el doctor me ha  asegurado que las autoridades continúan trabajando en este caso, lo cual me alegra mucho y comparto con mis lectores para que sientan la misma alegría de saber que ya la situación de la niña Jade y su perrita Linda está cerca de una conclusión.

Y me ha hecho, además, algunos recordatorios sobre tribunales y difamación, que asumo, por provenir de hombre tan educado y cortés, como bien intencionados, a los que yo le he respondido con igual corrección y le he expuesto lo que pienso al respecto, no como individuo, sino como quien ejerce con orgullo una carrera que comenzó en 1982 como corresponsal obrero en la imprenta Urselia Díaz Báez, continuó luego como Licenciada en Periodismo por la Universidad de La Habana con título expedido el 10 de julio de 1991, a lo que hoy se suma mi experiencia en el ejercicio de la profesión, primero desde 1985 como colaboradora de la Redacción de Culturales del diario Granma, donde trabajé ocho años como correctora de prensa; luego desde 1997 en Radio Metropolitana, donde ejercí hasta 2007 como redactor-reportero, corresponsal en el Municipio Centro Habana y miembro del equipo web (con atención especial al Movimiento Cubano por la Paz y la Oficina del Historiador); y finalmente en Radio Ciudad de La Habana, donde desde 1997 ejerzo el periodismo cultural como parte del equipo de nuestra web. Durante todos estos años mis especializaciones dentro de mi profesión han sido como entrevistador, guionista de programas radiales, y especialista en los géneros de opinión y en el periodismo cultural y de investigación. También he colaborado en otros medios nacionales y extranjeros, entre ellos la revista mexicana Variopinto, dedicada a la lucha contra el narcotráfico. Hasta hoy no existen manchas de carácter ético en mi historial como periodista oficial cubana. Mi trayectoria como personalidad de la cultura nacional no viene al caso aquí.

Nunca me han movido intereses personales de ninguna índole en el ejercicio del periodismo, y mucho menos intenciones oscuras de desacreditar individuos particulares o funcionarios públicos. El periodismo se basa en la objetividad. Los trabajos mal hechos por instancias o funcionarios, ejecutados a medias, sin terminar o que se dilatan de modo incomprensible, se denuncian a sí mismos por el malestar que generan entre la población o en sectores de ella. Según el periodista argentino Jorge Gestoso, a quien admiro y considero uno de mis maestros, Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que se publique. Si tengo que presentarme ante cualquier escenario de juicios, hablen por mí no mi edad ni mi salud ni el riesgo de mi vida, sino mi historia personal y profesional, que constituyen mi tesoro más preciado.

Llegado el momento en que cualquier amenaza se haga realidad, todo dependerá de cuán comprometido esté el periodista con la causa que defiende y cuánto esté dispuesto a arriesgar. Algunos periodistas lo han arriesgado todo y han muerto por defender aquello en lo que creen. Otros, no tanto. Sospecho que si he podido ejercer mi periodismo tras una cirugía y desde la cama de un hospital, seguiré haciéndolo seis metros bajo tierra. Yo sé a qué estirpe de periodistas pertenezco.

Epílogo

Malestar, inconformidad, insatisfacción, críticas amargas de testigos de este y otros casos y de la ciudadanía… Estas no son las consecuencias de lo que escriba un periodista, sino de una disposición legal mal cumplida o no cumplida todavía por las razones que sea, pero que la población no entiende y por tanto no acepta. Si este caso llegara a cerrarse sin la retirada de la mascota, y sin la intervención de las instancias estatales que están en la obligación de dar protección a la menor extrayéndola de un entorno familiar altamente nocivo para su desarrollo general, el poco prestigio de que goza el Decreto entre la ciudadanía, así como la autoridad moral de las instancias que tienen bajo su responsabilidad aplicar la Ley, se verían irremediablemente dañados, el Código de Familia quedaría también en entredicho, y nadie en su sano juicio quiere resultados tan nefastos. Yo no quiero que suceda.

Esto no es la canción infantil Alánimo, donde la fuente rota se manda a componer y la diversión continúa sin merma. Este caso es una prueba para las leyes cubanas, para el Código de Familia, es un momento en que el interés del Estado cubano por proteger a menores, vulnerables y animales puede y debe ser demostrado de modo tal que no quede ni un resquicio por donde puedan filtrarse miradas cuestionadoras y desmoralizadoras. Todos los circunloquios operativos que dilatan soluciones o buscan parches innecesarios (como la formación de una comisión médica que determine si la mascota puede ser extraída o no, o como demandaba la doctora de la posta, la presencia en la escena de un fiscal armado con una orden que autorizara el rescate del perrito) son distorsiones de las leyes por desconocimiento, por temor, por apatía, pero no son para nada las posturas verticales y transparentes que demandan las sociedades cuando anhelan ser gobernadas por leyes justas, equitativas y eficaces.

Fuente 3 (Dayami Alonso, protectora)

Ya las esperanzas las tengo perdidas, porque veo que todo se va a quedar como mismo se quedó lo del gato3 y tantas cosas que están pasando…, porque desde que el Decreto se aprobó, pasan cosas peores, y no pasa nada…. (PAUSA) Este mismo tema de la niña, yo me he quedado fría… (PAUSA) No entiendo que no se haya hecho nada, no porque nosotros hayamos hablado ahora del tema, no porque se haya hecho la acusación de lo de la niña y el perrito, sino desde que la niña nació, con todos los problemas que tienen esa gente, con todas las acusaciones que tienen desde hace años, ¡y que no se haya hecho nada por esa niña..! (PAUSA) Por muy locas que ellas sean, había que haber hecho algo.

Ojalá este caso llegue cuanto antes a la mejor y más sabia solución, para garantizar el bienestar y la seguridad presentes y futuros de la pequeña Jade y su perrita, es lo que todos deseamos. Por ellas y por la sociedad. Por Cuba.

[i] No he logrado contactar con el epizootiólogo doctor Juan Omar.

[ii] Por petición personal de Dayami Salomón explico que en el rescate anterior de la mascota llamada Brunito, también a cargo de Aniplant, participaron, además de Salomón, Lourdes Acosta, colaboradora de dicha agrupación, y los protectores Mónika Cuervo y Damián Cazañas.

[ii] Se refiere al caso del gatico del Rodeo, masacrado por los atletas y el payaso del espectáculo, quienes escaparon con sanciones mínimas de la acusación por maltrato animal.

Anuncio publicitario

Acerca de Gina Picart

Soy escritora, periodista especializada en La Habana de la colonia y la república, investigadora, crítica de arte, guionista de cine, radio y televisión, pero este blog se propone combatir el maltrato animal y procurar en Cuba su castigo más severo y radical
Esta entrada fue publicada en Uncategorized y etiquetada , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s