Cruz Roja Mexicana y Ejército de México despiden con honores militares a Proteo, el perrito rescatista que murió en Turquía cumpliendo su misión de salvar vidas humanas entre los restos del terremoto

Cuba indigna de sus animales

Proteo, pastor alemán perteneciente a la Cruz Roja Mexicana y al Ejército de México, rescató durante sus nueve años de vida a más de sesenta personas entre muertos y sobrevivientes de catástrofes, dentro y fuera de su país. Los últimos fueron víctimas del terremoto de Turquía, en cuyo salvamento perdió la vida el perrito heroico al sucumbir ante el clima extremo de aquel país. Sus restos fueron regresados a México, donde en una ceremonia impresionante se le rindieron honores militares. Descansa en una hermosa sepultura junto a Frida, su compañera rescatista.

¿Quién hubiera sido proteo en Cuba? Un hermoso cachorro de pastor adoptado por alguna familia que lo habría llamado Titi, Campeón, Terrible, o cualquiera de esos nombres sin ninguna relación con la tradición cultural cubana. Los mexicanos llamaron Frida a una perrita rescatista por la gran pintora mexicana Frida Khalo, Balam a otro de sus perros por el libro inaugural de la cultura maya quiché Chilam Balam, Athos, en memoria de uno de los Tres Mosqueteros… Luego, tal vez todavía cachorro, sus dueños habrían abandonado el país o alegarían que no tenían recursos económicos para proveer a su alimentación, y el perro habría terminado en las calles, donde habría sido atropellado por un chofer sin alma, o llevado como sparring para entrenar perros de pelea pertenecientes a tipejos inmorales que no quieren trabajar, sino vivir de los animales, o descuerado y molido por bandidos que luego lo venderían hecho picadillo por libras, como parte de croquetas, medallones, etc. También hubiera podido Proteo ser un perro de las Brigadas Especiales de Cuba, pero… no son muchos los pastores alemanes que alcanzan esta suerte, ni los labradores, ni los border collies que vimos salvar vidas entre las ruinas del Saratoga. En todo caso, de haber muerto en Cuba como héroes, jamás hubieran tenido sus restos un video como el que testimonia la veneración del pueblo mexicano y sus autoridades por un perro héroe. En el mundo ahora todos conocen a Proteo. ¿Cuántos de nosotros conocemos el nombre de alguno de nuestros perritos rescatistas del Saratoga y los supertanqueros matanceros…?

¿Qué vale un perro en Cuba, qué vale su vida? Depende: si es un pitbull o un stanford y quiere comprarlo un peleador de perros, podría valer algo. Si es una adorable raza pequeña y peluda de esas a las que se les hacen moñitos y lacitos rosados y da estatus social a sus dueñas, también. Si fuera un dogo argentino o alguna raza rara como, por ejemplo, el cane corso de Rita Vázquez, desaparecido de Zoonosis misteriosamente…, puede que también hubiera valido algo. ¿Un husky, un labrador, una pointer, un pastor mismo…? De esos se encuentran centenares en las calles de la isla, deteriorados, hambrientos, deshidratados, llenos de sarna y de garrapatas, vagando sin esperanzas, y no hablemos del cruel destino9 de los satos cubanos. Claro que también podrían acabar maltratados, torturados, violados y apuñalados o quemados, última diversión de moda en los bajos fondos nacionales, y en otros no tan bajos, pero no menos psicópatas. ¿Y por qué? Porque los cubanos no sienten nada por sus animales, no tienen cultura de querer y respetar a las especies que pueblan el planeta mucho antes que nosotros, no les importa el medio ambiente, ni la naturaleza ni la vida. No les importa nada como no sea satisfacer sus instintos cada día más bajos y más básicos, porque sufren una involución vertiginosa hacia el salvajismo más brutal, y si ya abiertamente no se respeta la vida humana y se asesina con ensañamiento y alevosía, ¿qué pueden esperar nuestros animales?

Porque Cuba es uno de los pocos países del mundo civilizado que se dignó, tras pensarlo (¿o no pensarlo?) durante más de tres décadas a emitir un Decreto-Ley 31 de Bienestar Animal que nadie quiere cumplir, incluidas las autoridades mencionadas con obligación de hacer en el propio cuerpo del Decreto. Cuba sigue sin decidirse (ah, pero qué demorados somos para proceder cuando algo no es nuestra prioridad nacional o individual) a legislar una Ley de Protección Animal tan seria, severa y bienintencionada como las que ya sí tienen tantos países, incluida España, que bien remisa fue y durante largo tiempo, y otros países hermanos del mundo latinoamericano. Protección al ganado mayor y a la fauna de consumo, vista gorda para nuestras religiones afrocubanas compulsivas sacrificadoras de animales, total permisividad ante cualquier delito de maltrato animal, y cuando por fin los animalistas insisten tanto que logran captar la atención de las autoridades, entonces se impone a los criminales una multica que hoy ni siquiera equivale al valor de una botella de aceite de cocina.

Jamás veremos en nuestro suelo escenas como estas:

Ejército Mexicano y Cruz Roja de México reciben con honores militares los restos del can rescatista Proteo, muerto en misión en Turquía
Guardia de honor rinde honores al féretro del heroico Proteo

¿Y por qué tendríamos que verlas, si los perros para los cubanos son…SOLO PERROS? Nosotros veremos estas escenas:

Perrito recientemente degollado por la espalda en Marqués González
Perrita decapitada en el Latino
Pinto asesinado en Artemisa con uan estaca filosa por montar una perrita Pitbull con el vientre ya vendido
Gatica de meses víctima del zoofílico de Cienfuegos
El infeliz Dante con las patas destrozadas y sus genitales hinchados y fuera del cuerpo

Para qué seguir, si los animales cubanos no son más que…animales?

Y los cubanos ¿qué somos…?

Acerca de Gina Picart

Soy escritora, periodista especializada en La Habana de la colonia y la república, investigadora, crítica de arte, guionista de cine, radio y televisión, pero este blog se propone combatir el maltrato animal y procurar en Cuba su castigo más severo y radical
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