Siempre me ha parecido tristísima la costumbre de recordar a los que ya no están solo en aniversarios y conmemoraciones. Serret nació en Santiago de Cuba en 1947, y murió en marzo del 2000, pero no me importa que no coincida su fecha de muerte con los días que corren, y no necesito ese pretexto para rendirle homenaje una vez más. No me basta con haberle dedicado mi novela La casa del alibi, que él me inspiró, porque los sentimientos de admiración, respeto y cariño que siempre le tuve no se me acaban, son de esas emociones que viven y mueren con las personas.
Fui a conocerlos a él y a su esposa Chely Lima, porque había leído textos suyos y supe que se habían mudado a dos cuadras de mi casa, en el reparto La Asunción. Eran poetas, dramaturgos, escritores de fantasía y ciencia ficción, guionistas exitosos que había escrito para la televisión y realizado el libreto para Violente, la primera y hasta ahora creo que única ópera rock escrita y puesta en escena en Cuba, y formaban parte del memorable grupo de cuatro autores, junto con Daína Chaviano y Antonio Orlando Rodríguez, que constituyeron la segunda generación de autores de ciencia ficción en la isla y formaron la escuela del género, de la que descienden todos los escritores que hasta hoy escriben sobre el futuro en este país. La mejor Aventura que se ha visto en la TV nacional fue Shiralad, y seguiré afirmando eso a pesar de todas las opiniones negativas de quienes no tienen un juicio estético sólido ni una sensibilidad cultivada.
La nuestra fue una amistad extraña, hecha muchas veces de silencio y reticencias. Ellos no se prodigaban y no formaban parte de esa farándula que tan fácilmente se deja deslumbrar por la fama, que la tuvieron, y mucha, mientras vivieron en Cuba. Se habían refugiado en un mundo interior donde muy pocos elegidos conseguían acceso, y vivían trabajando cada día largas jornadas, siempre dedicados a la creación, siempre desarrollando nuevos proyectos, ajenos al mundanal ruido, desapegados, serios, introspectivos. Yo los visitaba en su apartamento, que Chely sabía decorar con gracia y elegancia, y conversábamos, pero curiosamente, nuestras pláticas no solían ser de literatura sino sobre magia, cine y cosas de la vida. De literatura hablábamos poco, en realidad.
Alberto murió en Quito, Ecuador, a la salida de una emisora de radio, donde tenía un espacio. Cayó fulminado por un infarto masivo, él, que siempre fue tan robusto y vigoroso, a quien llamaban El León, por su melena de cabello rizado y áspero, su perfil aguileño de moro, como él mismo se calificaba, y aquellos ojos de fuego, con aquella mirada fortísima que hacía difícil que el interlocutor pudiera devolvérsela fijamente. Para mí fue un maestro, un amigo y un gran consejero que me enseño a comprender mejor el mundo, y nunca fui la misma después de haber conocido a esta pareja singularísima.
He sostenido discusiones muy enconadas con personas que quieren borrar a Alberto Serret de un plumazo de la historia de la literatura cubana, con el falaz y muy malintencionado argumento de que no fue un creador de calidad. En esta ocasión no quiero ser yo quien le defienda. Voy a reproducir aquí fragmentos del prólogo que el poeta Roberto Manzano escribió para el poemario de Alberto titulado El mediodía y la sombra, que el mismo Alberto dejó preparado antes de su muerte y su esposa Chelo hizo llegar a Manzano a través de mí. La casa editorial habanera Letras Cubanas lo publicó en su colección Poesía, acto que agradecemos todos los que podemos comprender el valor de Serret, pero que no dejo de considerar un reconocimiento extremadamente tardío a uno de los mejores poetas que ha habido en Cuba en los últimos cincuenta años, y del que la crítica nuestra, como siempre, no se ha ocupado, mientras gasta ríos de tinta y pixeles en promover figuras sin más valor que el de haber sabido crearse buenos “socios”.
[…] ya tenía el extraordinario oído y la vigorosa capacidad asociativa de que su obra hace gala, y añadía muchas de las audacias de actitud lírica que se convertirían en su rostro definitivo […] Conocía al dedillo las figuras cimeras del siglo XIX cubano, y Heredia, Milanés y Martí le atraían sobremanera por sus apasionadas maestrías discursivas […] Y tenía muy bien asimilado el vanguardismo europeo y latinoamericano, que es en gran parte responsable de esos violentos escorzos asociativos que pueden saltar a la recepción sensible de sus versos. Y de la poesía finisecular francesa así como de la beat generation, en particular, a través de Allen Ginsberg, así como de su propia ancestralidad libanesa, poseía el amor por los límites, la fascinación del abismo que tantas áreas de inquietud y desasosiego psicológico pueden generar en muchas de sus líneas o piezas. Pero era un don suyo, inalienable, que lo caracterizaba […] el dominio que ejercía sobre el verso pautado, más bien en los sonetos que en las décimas, aunque dentro de esta última estructura creó series inolvidables […] Su práctica con el habla, desde sus primeras asunciones coloquialistas, su oído absolutamente métrico y su riqueza léxica le proporcionaban la suficiente capacidad elocutiva para representar con fluida plasticidad su universo interior. […] Fue un espíritu inquieto y creador permanente, y en muchas direcciones. Además de la poesía, que fue su gran avenida estética, también desplegó con éxito una amplia labor narrativa […] aún por estudiar y valorar adecuadamente., y en la ciencia ficción, en la que penetró con limpidez compositiva en ángulos sorprendentes de la condición humana, creó ambientes de transparencia y credibilidad, con mucha joya poética dispersa. Sus piezas de ciencia ficción, o sus relatos parapsicológicos entroncan magníficamente con el sustrato de nuestra tradición narrativa general […] También incursionó, con notables éxitos, en las sagas imaginativas que tanto gustan a los adolescentes, dentro de los espacios televisivos más asediados. Y construyó mundos de una coherencia imaginal espléndida, y una secreta poesía ofrecida a través de la intelección de los sucesos y personajes […] Su versatilidad nunca implicó renuncias al gran camino de su sensibilidad y su talento, la poesía, sino que se acercó desde esta a múltiples avatares expresivos […] En ocasiones, observo con dolor cómo trayectorias poéticas que merecen ser recordadas, o al menos valoradas para saber qué incorporaron definitivamente al caudal de la creación nacional, se marchan en la sombra del descuido que los ha rodeado, o de los prejuicios que no permiten mirarles la virtud que poseyeron, o de los intereses estéticos en pugna que los deslegitiman sin poseer ni un ápice de las facultades que ellos gozaron y dejaron manifiesto para el encentro con la autenticidad humana desde el arte […] Alberto Serret sigue siendo […] uno e los poetas más significativos de una década que hay todavía que descubrir como aventura de la imaginación cubana.
Yo no puedo proclamar con mejores palabras y pensamientos que Roberto Manzano la grandeza poética de Alberto Serret. Por eso dejo a los lectores estas declaraciones de un hombre, Manzano, a quienes todos reconocen su brillante inteligencia, al mismo tiempo que su humildad, su desinterés y su límpida condición humana.
Alberto Serret obtuvo el premio La Edad de Oro de poesía para niños en 1979, y el Premio de la Crítica en 1988. Entre sus libros publicados figuran los poemarios Figuras soñadas, cantadas, Jaula abierta, Cordeles de humo y En plena desnudez, y los libros de cuento Espacio abierto, en colaboración con Chely Lima, Un día de otro planeta, Consultorio terrícola, Escritos para Osmany, Los asesinos las prefieren rubias y Cuento para un ojo perdido.
No estás junto a nosotros
y hay que seguir viviendo,
colocando las cosas por orden de interés
o de tamaño, asiéndonos
a las coyunturas
como desarraigados,
como patas de pollo.
No estás junto a nosotros
y qué importa,
si de cualquier manera hay que seguir viviendo
y enseñando la pátina helada de los dientes,
bailando el minué
social
con la esperanza
de verte aparecer fantasma en un recodo,
como el vértice que eres
de un triángulo mayor:
de lumbre,
de cianuro,
de insolente metal.
LO CONOCÌ ESTANDO ÈL EN LA CUJAE,ESTUDIABA INGENIERÌA CIVIL,YO RECIÈN TERMINABA MEDICINA,LA ÙLTIMA VEZ,QUE NOS VIMOS FÌSICAMNTE,FUE EN LA VIEJA CASONA DEL VEDADO,RODEADOS DE MILES DE CANES,EN LA IGLESIA VIVIENDA,DE LA INOLVIDABEL DULCE MARÌA LOYNAZ,DONDE TAN ASIDUAMENTE VISITÀBAMOS A AQUELLA EXTRATERRESTRE,QUE NO EN POCAS OCASIONES,LE PUDE BRINDAR MI MIS HUMILDES ATENCIONES MÈDICAS Y ELLOS, DEVOLVÈRMELOS CON LA GRAN PASIÒN DE SU MUSA Y SENSIBILIDAD…ESTUVE EN EL ECUADOR VARIAS VECES,CON MUCHA PREMURA,POR EL LIMITADO ESPACIO DE TIEMPO EN CUANTO A MI TRABAJO,Y NO NOS PUDIMOS VER…DESPUÈS SUPE QUE ALREDEDOR DEL 2000 DESAPARECÌA FÌSICAMENTE EL GRAN SERRET,SOLAMENTE CAMBIABA DE UNIFORME,PASABA A OTRA SALUD, A LA ESPIRITUAL,A LA REAL EXISTENCIA,CON SU GRAN TESTAMENTO LITERARIO,FÌLMICO,LITERARIO FICCIÒN, INFANTIL,RADIO Y TEATRO.VIVÌÒ MUY INTENSAMENTE SU POCA VIDA.Y LA OLVIDARON,LOS PREJUICIOS,HICIERON QUE SE CONVIRTIERA EN FASTAMA LITERARIO,PERO PASÒ A NUESTRO ACERVO Y SENSIBILIDAD NACIONAL…..SEÑORÌSIMA…SERRET ESTÀ VIVITO Y COLEANDO.SON OTROS LOS TIPOS MAL LLAMADOS HUMANOS,LOS HUMANOIDES,LOS QUE CUANDO MUEREN,,,DESAPARECEN………..SERRET,DIARIAMENTE HABLO ,ME COMUNICO CON ÈL,Y NO ESTOY BAJO TRATAMIENTO PSIQUIÀTRICO Y NUNCA HE USADO DROGAS O ALUCINÒGENOS……MIS RESPETOS Y ADMIRACIÒN,SEÑORÌSIMA……RECUERDE SIEMPRE AL NORTE DE SU GARGANTA…
DR.MARRERO…
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Qué raro, Doctor. Usted no es la primera persona que me dice que continúa comunicándose con Serret, y eso me impresiona, porque es, justamente, una de las cosas que escribí e intenté explicar en mi novela La casa del alibi. Creo que Alberto sabe que le queremos y nos acompaña. Yo no sabía que ellos visitaran a Dulce, nunca me comentaron al respecto. Le agradezco el dato, como siempre agradezco cualquier información.
.
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Yo no sabía que ellos visitaran a Dulce, nunca me comentaron al respecto.
SEÑORÌSIMA,SOLAMENTE ÈL,A ELLA NUNCA TUVE EL PRIVILEGIO DE CONOCERLA,PARA ESE ENTONCES,YO VOLABA CON MI BAÙL DE RECUERDOS ,NOSTALGIAS ,FRUSTACIONES Y MENTIRAS…..
A SU DISPOSICIÒN………DR.MARRERO..
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Yo por supuesto nada más había leído los cuentos, y ahora conozco la poesía gracias al blog.
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Reblogueó esto en mambiverdad.
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SEÑORÌSIMA….ANTE TODO MIS RESPETOS,VAN TAMBIÈN MIS LÀSTIMAS,,,,MAS ABAJO,DE ESTE MENSAJE VERÀ EN QUE CONVIERTEN MIS COMENTARIOS…LAS LÀSTIMAS NO SON A SU PERSONA,SINO A QUE UD.SIENDO TAN BRILLANTE,LES MANEJEN LOS CRITERIOS DE SUS LECTORES,POR ÈSTO LE REBLOGUEAN(Reblogueó esto en mambiverdad.),HE SIDO MUY MEDIDO EN MIS COMENTARIOS,HE USADO PÈTALOS,PERO ESE APARATO,QUE LIMITA LA LIBRE EXPRESIÒN,SUFRE Y SE DESANGRA CON PÈTALOS,LA VERDAD ES COMO UNA INTERVENCÒN QUIRURGICA CEREBRAL SIN ANESTESIA,,,,LO SIENTO MUCHO Y ANTES DE PERJUDICARLA EN ALGO,PREFIERO PRIVARME DE SU LECTURA,Y UD. DIRÀ??PORQUÈ NO ME SIGUE LEYENDO??? Y YO LE RESPENDO :QUE HACE 30 AÑOS,APRENDÌ A COMENTAR LIBREMENTE TODO LO QUE LEÌA,…YA SE ME HABÌA OLVIDADO COMO FUNCIONABA EL CIRCO,ILUSO YO CON SUS APERTURAS……SEÑORÌSIMA,MIS RESPETOS ETERNOS,LE DESEO ÈXITOS…QUE PENA……DE UD. RESPETUOSAMENTE DR.MARRERO.
MIAMI.FL……ESPERANDO POR EL REBLOGUERO…ADONDE FUE A PARAR ESE PUBLO TAN MARAVILLOSO Y CULTO…ADIÒS…
DR.MARRERO dijo:
13 noviembre, 2013 en 12:48 am
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AVnAJA==
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Dr., no sé qué sucedió con su comentario. Pudo haberse corrompido el archivo, pudo ser un fallo del blog, o pudo ser obra de alguien. En cualquier caso, no debería usted dar importancia al hecho, como no se la doy yo, porque suceden a diario muchas cosas que uno no puede controlar y menos cambiar. Lamentaré su ausencia.
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Honor a quién honor merece». Cierto comentario. Tengo aquí en Moscú traído desde mi Habana el libro:» EL MEDIO DÍA Y LA SOMBRA». y guardado en un viejo librero de mi Guanabacoa «Figuras soñadas y cantadas», unas de sus primeras publicaciones, como recuerdo de la amistad que tuve con Alberto Serret. y con su esposa Chely..Nos conocimos en la Isla de la Juventud,cuando ellos trabajaban allí y yo era un estudiante del Pedagógico. Nos conocimos en un evento de Talleres literarios y desde entonces quedó la amistad…Palabras muy ciertas las suyas. También tuve la suerte de aprender de sus enseñanzas literarias…saludos
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La muerte es muy fea, pero cuando se lleva a seres como Alberto, es inmunda.
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he leído varias cosas de ellos solitos y creo q alguno escrito a 4 manos…si no me falla la memoria, libros antiguos, q me he ido encontrando en librerías de libros usados q me encanta visitar y coincido con usted en que Shiralad es la mejor aventura de la TV, por muchisimas razones y a pesar de lo que digan por ahí.admiro lo q he visto y leído de ellos
su trabajo de la casa del alibi me dejó sin palabras, la parte de la obra de teatro…la vida de ellos juntos, todo.nunca pensé que encontrara un libro que me dejara tan impresionada escrito aquí en estos tiempos, me dejó el sabor de magia, olvidos, tristeza, su poco de alegría aunque sabía muy dentro que iba a sufrir por sus personajes,eso no es fácil de lograr, muchas gracias
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Muchas gracias, de verdad. Agradezco su generosa opinión,la novela no ha tenido críticas oficiales, así que solo conozco los criterios de lectores que se han comunicado conmigo. Otra vez gracias.
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Tuve el gusto de conocerle y conocer su obra. Un genio, un fuera de serie!
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Sí, lo era, y un amigo al que se podía acudir en los peores momentos.Era un poeta como hemos tenido pocos y un hombre muy valiente. ¿Eres mi amigo Marrero…?
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